October 25, 2012

Adiós a José Blas Vega

Foto: Paco Sánchez

Como bien conoce la afición flamenca, el miércoles a primeras horas de la tarde falleció en Madrid José Blas Vega, a los 70 años de edad. Hace unas horas estuve en el Tanatorio San Isidro de Madrid para acompañar a su mujer (María Teresa) y sus hijos (María José y José Manuel), junto al resto de su familia y amigos.

Su labor en torno al flamenco es prácticamente inabarcable: investigador, conferenciante, escritor, productor, librero... y lo más importante: en cada una de estas facetas alcanzó las más altas cotas que se puedan aspirar.

En una época en la que gran parte de la flamencología se dedicó a discutir sobre el sexo de los ángeles, Pepe se adentró en los vericuetos del cante para intentar comprender mejor este arte que tanto le apasionaba. Desde muy joven trabó amistad con cantaores muy representativos de la época anterior y que le sirvieron para conocer mejor las escuelas, estilos y formas que se practicaban desde mediados del XIX hasta bien entrado el siglo XX (esa Edad de Oro). Pero su labor no se redujo a ser un mero transmisor de testimonios, sino que con espíritu curioso y un instinto depuradísimo, consiguió desentrañar la madeja de cantes mediante conversaciones directas con los artistas. Baste como ejemplo los diálogos que mantuvo con Aurelio en el Atlántico de la capital gaditana y esa manera (tan impropia en cuanto a conocimientos para un veinteañero) de interpelarle con el único objetivo de hallar respuestas a sus inquietudes.

En cuanto a su labor de escritor, uno de sus muchos logros es que marcó un camino a seguir para todos aquellos investigadores interesados en el despreciado mundo de la biografía. Aunque hubo algún precedente digno de elogio, en Vida y Cante de Don Antonio Chacón (de todos sus libros, su preferido) no nos encontramos una sucesión de anécdotas o sucesos más o menos hilvanados, sino que descubrimos una obra compacta: interpretó al personaje en el contexto de su época, repasó su vida artística, analizó su obra discográfica, adjuntó un corpus fotográfico relevante y para terminar, repasó los juicios emitidos por diferentes personalidades en torno a la figura del biografiado. Parece sencillo, pero no lo es.


Respecto a su labor de productor discográfico al frente de Hispavox, y analizándola con la perspectiva de los años transcurridos, fue muy exitosa, no sólo por la nómina de artistas que pasaron por los estudios, sino por el tipo de producciones que se llevaron a cabo. Desde antologías con afán didáctico (la Magna, la de Matrona...), pasando por los discos de cantaores más o menos emergentes (¡aquellos dos primeros discos de Morente!, Terremoto de Jerez, Gabriel Moreno...) o veteranos (Aurelio, Bernardo, Matrona...) y para terminar por el concepto de grabación desarrollado en el Canta Jerez, cuya fórmula casi perfecta me explicó al detalle a través de los años.

Esta última vertiente tuvo una etapa final en la que rescató (junto al desaparecido Pedro Vaquero y Fernando Casas) numerosas grabaciones de discos de pizarra o 78 rpm en la madrileña casa Sonifolk, con el compromiso de la máxima calidad, reuniendo en pocos años una nómina de artistas impresionante: Antonio Chacón, Manuel Torres, Juanito Mojama, Manuel Escacena, El Cojo de Málaga, Garrido de Jerez, José Cepero, Manuel Vallejo, Ramón Montoya, La Niña de los Peines, etc. Así mismo realizó algunas trabajos en colaboración con El Flamenco Vive, líderes en su género.

Como profesional del libro antiguo, logró establecer un negocio en el barrio de las letras, la Librería del Prado, el cual ha sido durante décadas referente en cuanto a la calidad de su fondo y el profundo conocimiento de la materia. Labor que sin ninguna duda, seguirán desempeñando sus hijos en el futuro con la misma profesionalidad y eficacia que han desarrollado hasta ahora.

Antes de terminar, quiero hablar de su faceta de aficionado. Desde que siendo chaval acudía al Price de la Plaza del Rey desde la vecina calle Pelayo (donde nació) para escuchar a los cantaores del momento, hasta la última vez que acudió a la peña cuya programación dirijo para ver a Canela de San Roque, su trayectoria ha sido irreprochable puesto que siempre cultivó su afición sin dejarse llevar por filias y fobias. Con su gusto particular, supo encontrar los valores propios de cada cantaor... siempre que tuvieran su propia personalidad, algo no tan frecuente como se piensa hoy en día.

Pendiente quedó su obra en torno a Caracol, en la que trabajó intensamente los últimos años. Bromeábamos a veces en torno a la dispersa discografía del genio sevillano, y lo complicado que resultaba ordenarla, así como de la calidad de algunos cantes que le iba proporcionando.


(...) ¡Qué impresionante y emotivo resulta oír a Chacón con su voz natural, y a veces grave, desarrollar esta melodía! Nos fijamos en la impetuosidad con que arrastra los tercios, con una grandeza sin arrebatos pero de gran dificultad (...)


Hasta siempre.

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