Un inédito Paco el de Lucena

Francisco José de Jesús Díaz Fernández, conocido como Paco el Lentejo en sus inicios, y Paco el de Lucena a lo largo de toda su carrera artística, fue sin duda una de la figuras fundamentales de la guitarra flamenca en el siglo XIX. A su sólida formación como guitarrista clásico se le unía una evidente vocación por lo flamenco.
Con apenas veinte años se le anuncia por Madrid en el Teatro de la Bolsa:

La Iberia, 30 de septiembre de 1879
Unos años más tarde eran frecuentes sus actuaciones madrileñas junto a Juan Breva:

El Liberal, 17 de diciembre de 1892
Así como con otras destacadas figuras del cante de finales del siglo XIX como Antonio Chacón, Rita la Cantaora, Fosforito, Revuelta, etc.
Apenas un año después colabora en el beneficio al guitarrista Juan Manuel Rodríguez que se llevó a cabo en el Liceo Rius, en el cual participó su hija Salud Rodríguez, reconocida bailaora:

El Imparcial, 9 de mayo de 1894
En 1897 lo volvemos a encontrar en los escenarios madrileños por similares motivos, pero esta vez el homenajeado era él, veamos:

El Imparcial, 25 de febrero de 1897
Entre medias de sendos homenajes, nuestro artista estuvo en París, en la sala Erard:

La Correspondencia de España, 25 de febrero de 1895
Ya sabemos algo más de lo que el maestro interpretaba en sus actuaciones: soleares, tangos, panaderos, guajiras... Lamentablemente, muy poco nos ha llegado del legado de Paco el de Lucena, conocemos parte de su repertorio más habitual, se transcribieron apenas unas falsetas por soleá, pero no sabemos con exactitud todo lo que tocaba y sobre todo, cómo lo tocaba.
Para finalizar con un regusto dulce, quiero dar a conocer una pieza suya que ha permanecido en el silencio más absoluto a lo largo de casi 85 años.

Rondalla Usandizaga (AMVA Alagón)
La Rondalla Usandizaga ha sido una de las agrupaciones de pulso y púa más reconocidas a nivel mundial, a pesar de que a día de hoy, muy pocos la recuerden. Fueron frecuentes sus giras por todo el mundo, así como abundante su producción discográfica, centrada básicamente en los aires nacionales: zambras, jotas, farrucas, pasodobles, bulerías... pero también chotis, pasacalles...
A primeros de los años 90 cayó en mis manos un disco interpretado por esta agrupación, en el que por una cara grabaron un pasodoble titulado Olé las mujeres, de Modesto Romero. Aún recuerdo la cara de sorpresa que se me quedó cuando le dí la vuelta:

Ahí estaba, un bolero atribuído nada menos que a nuestro Paco el de Lucena, grabado el 11 de enero de 1928 en un disco Edison. Con toda probabilidad es la única referencia grabada en el periodo del fonógrafo y el gramófono en la que se le menciona como autor de la misma.
La pieza, de un espléndido virtuosismo, emociona a la primera:
(Quien desee adentrarse en la vida y obra de este extraordinario guitarrista, recomiendo encarecidamente los diferentes trabajos realizados por Eusebio Rioja).